Dice ANTHONY ANTONE, ejecutado.
Me acusaron de la muerte de un
corchete,
(mas yo creo, por mi origen
siciliano),
y se vieron los jueces en un brete,
pues matar a un semejante no es
cristiano;
por desdicha, era uno, victoriano
y perdiendo los que instaban la
clemencia,
decidieron se cumpliera la sentencia
y que dura, de la ley, fuera la mano.
Dice el poeta
Fuera claro, que tus quejas son de
vicio,
al más lerdo en derechos personales,
pues te llevan al fatídico suplicio
tras nutrirte con tocino y cereales.
Cual si fuera algún festejo de
esponsales
con la muerte, que los vivos,
compañera
están prestos a nombrar a la ligera,
te vistieran calza y veste
virginales.
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