Dice JACK CARTON, recordman.
He hablado cuatro días por la radio,
sin descanso, ni parar para dormir,
la cabina de emisiones fue mi
estadio,
la gimnasia de mi lengua, mi reñir.
Lo que importa, sin embargo, es
competir
y hacer lo que nadie nunca ha hecho;
el calor que nos invade todo el
pecho,
razón fuera para el simple combatir.
Dice el poeta
Entre un acto y otro no hay
diferencia,
porque de la vida todo es expresión,
y parece absurda la intransigencia
que entre digno y fútil hace
distinción.
¿En nombre de qué, esa pretensión
de querer parecerse a un vano modelo
que inventó el capricho, y no es que
señuelo
con que unos consiguen de otros
sumisión?
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