el ascenso del nazismo antimarxista;
al que invade a los etíopes feroce;
a la alzada ilegal facción
franquista,
y los curas le especulan,
prestamista;
de los gases de Verdún adquiere
acciones,
y procura, con dudosas transacciones,
de san Pedro haber la caja bien
provista.
Dice el poeta
¡Te definan la conducta esos señores,
y amenacen con los fuegos del
infierno!
Interpuestos entre ti y el dios
eterno
¡alcen piras, del común torturadores!
¡Y se digan, de los hombres,
bienhechores
y cercanos a ese dios que nos
imponen;
y el pecado que inventaron nos
perdonen,
y excomulguen, y maldigan,
correctores!
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