santo calabrés despojado
Alguien ha robado en Paula mi
capilla,
donde me guardaban portentoso un
diente,
y en renacentista cincelada arquilla,
un par de calzones de pana corriente;
y lanar camisa, que un amor pariente
cortara una tarde chubascosa y fría;
a los que favores con fervor pedía,
de la mar, el gremio de devota gente.
Dice el poeta
En cruel desamparo queda aquella
gente
que, paterno, llama el burgués
sencilla,
que le reza a un brazo o podrido
diente,
que entre angustia y miedo implora y
se humilla.
Que daría un hijo, descompuesta
chilla
una pescadora, por que devolvieran
aquellas reliquias, que al lugar
hicieran
centro peregrino, de milagros silla.
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