dice elías yáñez, obispo de Zaragoza
(aunque es cosa que a los padres más
compete),
de éstos mismos bajo justa la tutela
que a su vez a la del clero se
somete;
es un yerro, el que en los libros se
comete
que aleccionan en materia sexual,
pues le aplican un enfoque que amoral
con el propio de la Iglesia arremete.
Dice el poeta
Es impulso el sexual tan poderoso
que se cobra cruel tributo la
abstención;
si de culpa lo reviste el religioso,
rompe al hombre entre pecado y
represión;
confundido, tras la falta, absolución
solicita de los mismos que lo hieren,
que adueñados de su alma, le
confieren
el permiso para nueva transgresión.
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