La danza del poeta

 dice javier azagra, obispo de Cartagena

 Ofrecimos, en España, de Cursillos,

al devoto, cada año cuatrocientos,

a mujeres, a los hombres y a chiquillos,

cada sede, diez de media en los recuentos;

en local do se celebra los eventos

del deporte y ritmo duro juvenil,

una Ultreya, con audiencia de diez mil,

evocó, de tal Acción, los fundamentos.

 

 

Dice el poeta

 

A Cursillo popular de Cristiandad

asistía con frecuencia un deudo mío.

Si queréis que os manifieste la verdad,

jamás vi que saliera hombre más pío.

Eso sí, que redoblaba nuevo brío

sus intentos de inclinarnos al sendero

del que dicen, recto lleva al verdadero

dios, que arriba rige, y manda en el gentío.