teólogo alemán
De espaldas al mal que padece el
hombre,
y al final, de Auschwitz mentado,
holocausto,
pierde la burguesa de religión nombre
y del dios reniega, benigno,
inexhausto;
otro le prefiere temible e infausto
y que no merece que se le suplique;
que al dolor no pone providente
dique;
en bondad y amor, dios muerto y
exhausto.
Dice el poeta
¿Qué se gana, pecador con que me
sienta,
si amo a un culo que procaz se
contonea?
¿Cuando a solas al vil sexo le doy
tienta,
provocado por cuché que se magrea?
¿Cuando un sexo, con el mismo se
recrea?
¿La que llena de varón consiente y
ruge,
enarcada del placer ante el empuje,
olvidada maternal presunta idea?
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