dice josé lópez ortiz, obispo
y el paso le marquen pitos y
atabales,
tropas escogidas de gala y completas,
le presenten armas, agudas,
triunfales;
y le den escolta piquetes marciales,
que a la calle sale el santo
sacramento,
luz que alumbra al pueblo,
acontecimiento
que exige el tributo de honras
especiales.
Dice el poeta
Fuera yo, en el Corpus, rojo
monaguillo,
con roquete blanco y cruz
procesional,
temeroso acaso de aquel dios sencillo
de pan encerrado en áureo grial;
cuajada de incienso la capa pluvial,
lo llevaba en alto un cura de aldea,
mientras la campana repica, y jalea
torpe y dominguero bajo al personal.
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