Ya viene D. Pedro—de la guerra herido,
unos zorros hecho, —deshecho y jodido,
Malditas las guerras, —nunca hubiera ido
si nunca lo hubieran—por fuerza metido
diciendo la Patria—estaba en peligro.
¡Qué Patria ni leches! —Fue sólo el capricho
de los mandamases, —que haciendo su oficio
de plegarse al fuerte—sin decir ni pío,
a morir mandaban—a los sometidos.
Carne de cañón —¡nunca mejor dicho!
los miles que fueran —al cruel sacrificio,
la guerra en Marruecos—el pasado siglo.
Como ora lo hacían—aquellos políticos
que meter querian, —a la fuerza, he dicho,
en las testas jóvenes—un contrasentido,
puro disparate, —total desvarío.
Mas dejad comience—dónde está el principio.
Hubiera elecciones—y subiera al plinto
un nuevo gobierno—socialista dicho
que hacía bandera—de unos oprimidos
a los que erigía—en patrón y símbolo.
Lo que otrora fueran—unos pervertidos,
ya no era perversos—mas la norma y símbolo
de nuevas costumbres—de nuevos principios.
¿A quien se le ocurre—nombrar arquetipo
a quien hasta entonces—fuera un libertino?
Pues tal era el caso; —¡Están como un chivo!
A través de escuelas—y educativos
centros y colegios—inyectan el virus
diciendo a los jovenes—so pretextos dignos
que lo mismo da—ser un pervertido
el amante siendo—de tu sexo mismo.
Están como cabras—bien se hubiera dicho
de quien tal defiende;—¡La olla ha perdido!
Como reacción, —padres ofendidos
firmes se opusieron—a dejar que el hijo
fuera adoctrinado—en tal desatino
asistiendo inerme—a tales concilios.
Salió en su defensa—un nuevo Partido
que imponer propuso—como preventivo
de tales dislates, —leyes y caprichos,
el ‘pin’ parental, —que vetaba al niño
asistir a predicas—del nefando tipo.
Pusieron los otros—en el cielo el grito
porque según ellos—era libre el hijo
de escoger su sexo—a gusto y capricho
pese a que natura—lo ha establecido
de otra manera—ya desde el principio.
No compete al padre—tutelar al hijo
dijeron rotundos—sin dejar resquicio
a otro dictamen—que el aquí exhibido;
que debe aceptar—solo y desprovisto
lo que bien decida—contra el buen sentido
el poder vigente—y constituido.
Muchos se opusieron—al contrasentido,
mas la ley castiga—al que decidido
comulgar no quiera—ruedas de molino.
En esas estamos, —¡han enloquecido!
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lunes, 3 de febrero de 2020
El 'pin' parental.
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