jueves, 24 de noviembre de 2022

Sigue el poeta su Danza

 Dice JOSÉ LUIS ARANGUREN, profesor de Ética.

 

En el área directiva dos funciones

se requiere: la de aquel que ejerce activo

el gobierno y la del sabio; el motivo,

entre ética y Política las tensiones:

frente al bien moral, el poder es nocivo;

distribuye la política cultura

aquel sabio, y de las bases la andadura

por camino de protesta revulsivo.

 

 

Dice el poeta

 

Sabio maestro que a diario ilustras

al pueblo en la sensibilidad que ignora,

que al hispano magisterio noble lustras

y hablas verdad cuando hay tanto que perora;

ver podamos los hoy vivos esa aurora

de un talante más humano en estos pagos

donde gusta violencia y a los halagos

del poder tanto se rinde y enamora.

martes, 22 de noviembre de 2022

Sigue la Danza del poeta

 Dice MANUEL LOPEZ DELGADO, dueño de un pub.

 

Treinta litros de cerveza se despacha

y otros tantos cada noche de bebida;

del negocio del alterne soy un hacha

y me gano con el chollo bien la vida;

fueran siete y las gastara en la movida

que nocturna encandila al personal;

me da risa el funcionario que mensual

cobra un sueldo a cuentagotas de por vida.

 

Dice el poeta

 

Caldo nocturno del callo y el borracho,

que simulan con sonrisa contrahecha

no sentidos alegría y desempacho,

de tristeza ocultando aguda flecha;

vida vil que a conformarse los estrecha

si se quieren respetar y haber un nombre

y margina al diferente, que al ser hombre,

con rechazo e incomprensión amargos pecha. 

lunes, 21 de noviembre de 2022

21 de noviembre de 2022, la Danza del poeta (sigue)

 

Dice SANTIAGO CAMPMANY, foliculario.

 

Sirven a Gromyko los ecologistas,

se besa la mano a tal travestí,

se mueve Amnistía por los terroristas,

el "gay" hace gala de su frenesí;

los que fuman porros lo ven carmesí,

la grey feminista arma su alboroto,

se muestra otro raro de la paz devoto,

cosas del tal Cambio del clavel rubí.

 

 

Dice el poeta

 

Se ve que prefieres negar la existencia

de quienes difieren de tu corrección,

los quisieras presa de su cruel conciencia

y triunfante tú, justo y con razón;

sufre que haya otros que odian la prisión

en que a gusto vives y común quisieras

y libres militan bajo otras banderas

y eterna no temen tu condenación.

domingo, 20 de noviembre de 2022

La Danza del poeta, 20 de noviembre de 2022

 Dice RICHARD MINSLEY, menor que asesinó a su familia.

 

Cargué la escopeta y maté a los siete

en rapto que intento pase por demencia;

padre, madre, abuela y tíos, que en paquete

diaria infernaban mi verde existencia;

fui víctima inerme de la áspera urgencia

con que a hacerme hombre, cruel, me compelían;

puesto que en mis actos tan sólo veían

germen de adelanto, triunfo y opulencia.

 

 

Dice el poeta

 

Con rasero es insensible el que te miden

conformado por las notas escolares,

y te aman porque es tuyo el bien que piden,

te distingas en estudio y nunca pares;

te castigan o te alaban si sacares

de extraños maestros ceños o sonrisas,

e ignoran paisajes que solo tú divisas

y sones que oyes de tambor dispares.

sábado, 19 de noviembre de 2022

La Danza del poeta, 19 de noviembre de 2022

 

Dice JOSEPH BERNARDIN, arzobispo de Chicago.

 

Eclesial es guía para la conciencia,

en el caso de las armas nucleares,

la pastoral que a la guerra la adherencia

desaprueba y al primero que apretare

el botón del holocausto. No se pare

en el trato del desarme. Y a los bloques

finalicen, les instamos, esos toques

con que hechura de armamentos terminare.

 

Dice el poeta

 

Era ya hora de que os comprometierais

en los que llamáis asuntos terrenales,

y que sensatos de pronto percibierais

que en querer la vida somos todos iguales;

que sin el cuerpo los goces celestiales,

la visión del Dios, nadie no alcanzara,

ya que preciso es que antes caminara

por estos valles en lágrimas caudales.

viernes, 18 de noviembre de 2022

La Danza del poeta, 18 de noviembre de 2022

Habla GREGORIO REGALADO MAGNO, poeta.

 

 

¿Quién te empeña en rechazar la sociedad,

siendo aquella en que forzado has de vivir?

Más valiera olvidar tu sequedad

para echarse sus ventajas a fruir.

Mal te pese, sin remedio has de admitir

ningún cambio ha de tornarla amable edén.

Tu mirada aquí reposa y la mantén,

pues te fuerza lo real a la abatir.

 

 

Dice el poeta

 

Juzgo cuerdo, compasivo tu consejo,

pero duele contemplar tal convivencia.

Pues que vivo has de esperar a hacerte añejo,

¡que la vida fuera dulce residencia!

Es posible. Que conforta la presencia

de otros pueblos por vivir apasionados,

que dichosos, inocentes, confiados,

son mentís al amargor de la existencia.


lunes, 23 de noviembre de 2020

Romance de don Bernaldino

 

Ya piensa don Bernaldino —a su amiga visitar,

a voces llama a sus pajes —de vestir le quieran dar.

Le daban calzas de grana, —borceguís de cordobán,

un jubón rico broslado —como en la corte no hay;

dábanle una rica gorra —que no cabe ponderar

con una letra que dice: —Mi gloria por bien amar.

La riqueza de su manto —no se la puede expresar;

sayo de oro de martillo —que nunca se vio uno igual.

Luego una blanca hacanea —mandó al punto aviar

con quince mozos de espuelas —que lo van a acompañar.

Ocho pajes van con él, —los otros mandó tornar;

de morado y amarillo —es su vestir y calzar,

los colores de su casa —desde anciana antigüedad.

Llegado han a las puertas —do su amiga suele estar;

las hallan todas cerradas, —empiezan a preguntar:

— ¿Dónde está doña Leonor, —la que aquí suele morar?

Le respondió un anciano —que estando en la vecindad

sin otra cosa que hacer —se dedicaba a fisgar:

—Se la han llevado sus padres —al otro lado del mar

por poner tierra por medio —ante vuestra asiduidad.

No soportando que un viejo —viniese lecciones a dar,

allí mismo sin más trámites —ordenó lo ejecutar,

lo que es abuso insufrible —y bien conviene acotar.

Se rasga las vestiduras —presa de enojo y pesar

gira sobre sus talones —y se lo oye bufar

de regreso a su palacio —donde suele reposar.

Mas esta vez el reposo —se le resiste tenaz

de modo que desesperado —no soporta el malestar,

pone una espada a sus pechos —y quiere al fin acabar

con el tormento que siente —dándose un pronto final.

Mas por fortuna un amigo —que lo viene a visitar

y a consolarlo en sus penas —le arranca el arma fatal

de unas manos que tiemblan —y no puede controlar.

Este amigo que aquí digo —empieza a voces dar

porque le acudan y ayuden —en trance tan singular.

El caballero no ha muerto —hoy se lo pudo evitar,

pero son muchos las veces —en que el cuento acaba mal.

Si hubiera tal sido el caso —lo llevaran a enterrar

en un rico monumento —todo de piedra y cristal

en torno al cual se ha puesto —una leyenda ejemplar:

Yace aquí don Bernaldino —que murió por bien amar.