DICE ERNESTO SÁBATO, a la muerte de Cortázar.
de un autor selecto grande entre los
grandes,
fecha que encubierta la literatura;
duelo de la gente que arraigó en los
Andes;
del dolor son burla retóricos glandes
que pobres suplantan dolor indecible;
desde el más allá, eterno, apacible,
no pudor callado con rigor demandes.
Dice el poeta
¡Que la vida sea droga apasionante
que te exalte a cimas verdes nunca
holladas,
donde al aire es cristal frío
exhilarante
y levanta el alma hermosa sus
moradas!
¡Que la vida sea intriga electrizante
y sus horas, de oro, y luces las
cascadas
donde lava el alma eterna las doradas
arenillas de su curso murmurante!
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