Habla GREGORIO REGALADO MAGNO, poeta.
¿Quién te empeña en rechazar la
sociedad,
siendo aquella en que forzado has de
vivir?
Más valiera olvidar tu sequedad
para echarse sus ventajas a fruir.
Mal te pese, sin remedio has de
admitir
ningún cambio ha de tornarla amable
edén.
Tu mirada aquí reposa y la mantén,
pues te fuerza lo real a la abatir.
Dice el poeta
Juzgo cuerdo, compasivo tu consejo,
pero duele contemplar tal
convivencia.
Pues que vivo has de esperar a
hacerte añejo,
¡que la vida fuera dulce residencia!
Es posible. Que conforta la presencia
de otros pueblos por vivir
apasionados,
que dichosos, inocentes, confiados,
son mentís al amargor de la
existencia.
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