martes, 11 de septiembre de 2018

El error fundamental (La ficción gramatical)


Un autor titula La ficción gramatical su libro. Para él tal ficción es la voz interior que llamamos yo. La que nos dice que somos individuos antes que miembros de la comunidad. Este es y ha sido el dilema original. Los revolucionarios de la Historia han partido de un principio común: el resultado necesario de lo que hacemos es el paraíso en la Tierra; el individuo no es nada, el conjunto lo es todo. Mussolini quiso mejorar a los italianos; los italianos de su tiempo eran débiles, imperfectos; quiso hacerlos fuertes, perfectos. Hitler quiso crear la raza perfecta, quiso modificar al pueblo alemán; los alemanes que él crearía serían sanos y fuertes, eternamente jóvenes, perfectos. Stalin quiso acabar con el imperfecto gobierno burgués y transformar para siempre la sociedad internacional mediante la Revolución del proletariado. Los tres se proponían mejorar a los seres humanos del momento; mejorarlos en breve plazo, en una generación. Para este fin excelente cualquier medio valía. El individuo no es nada, sólo importa la comunidad. Los tres causaron sufrimientos sin cuento, mucho sufrimiento individual. Pero como los fines eran excelsos, los medios carecían de importancia, todo estaba justificado. Como razonamiento, el suyo convence. Pero a la vista de los resultados, hay que escoger. O aceptar sus propuestas o rechazarlas de plano. El tiempo nos dará la razón, decían ellos. Muy largo nos lo fiáis, respondían sus oponentes. Y puesto que hay que escoger, aquí y ahora, de inmediato, yo particularmente escojo al individuo antes que a la comunidad. Aun a riesgo de equivocarme.

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