dice Aloisio lorscheider, cardenal brasileño
y al diálogo se humille, más
propicia,
pues lo suyo es abnegarse y padecer
perennal persecución por la justicia;
abandone de la gloria la codicia
y volviendo al desprovisto, que es su
base,
ya no ampare el privilegio de otra
clase
que con ello justifica su franquicia.
Dice el poeta
Una Iglesia que creyera en pajarillos
que no siembran ni recogen, sin
cuidados;
en los lirios de los valles, tan
sencillos
y en belleza y esplendor inigualados;
en María, toda oídos encantados
cuando Marta se agitaba en mil
afanes;
un amor que multiplica cinco panes,
y en los vientos que a una voz callan
calmados.
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